¿Destino
o azar? Día tras día nos preguntamos si nuestras vidas siguen un patrón o son
meras coincidencias provocadas por el azar. No importa las decisiones que
tomemos nos conducirán al mismo camino. Es lo que llamamos Destino, nos hace creer que hay una fuerza que contiene el saber
absoluto acerca de nuestro futuro: tiene una historia planificada para cada
ser. Sin embargo, distintas circunstancias nos muestran que no podemos
determinar lo que sucederá, todo podría cambiar en cuestión de segundos. Por
mucho que nos esforcemos por tener que contralada la situación, los asuntos son
modificados innumerables veces perdiendo el tema principal propuesto. Estas
incógnitas nacen años atrás al buscar respuestas sobre el inmenso universo, con
sus causas y efectos, y consigo a nosotros mismos.
Primeramente,
aparece la idea teleológica que intenta explicar la vida desde una perspectiva
de causa final; este tipo de respuesta del orden de la realidad toma como tema
central un plan para lograr un objetivo final por el cual todos los seres
cumplen una función que se relacionan unas con otras para poder lograr dicha
meta. El primero en formular esta respuesta, de forma escueta, fue Anaxágoras; el cual sostuvo que
la inteligencia gobierna el universo conforme a un plan inteligente.
Ciertamente,
el fin de la semilla será convertirse en árbol, su objetivo es lograr
convertirse en un árbol sano y capaz de reproducirse. Sin embargo, la idea de
que una semilla lleve a cabo ese objetivo no puede surgir de ella misma si no
de quien desea que ese árbol de frutos. Una fuerza suprema a ella la conduce y
le proporciona los medios para prosperar. Asimismo, la respuesta teleológica se
tiende a vincular con la planificación de un plan y para esto último debe haber
un autor que lo elabore. Es por esto que esta rama de la metafísica se vincula
en la creencia divina en un ser sobrenatural.
Posteriormente,
contrario al sistema anterior, surge la respuesta mecanicista: la naturaleza es
como una máquina. El cosmos no está regido por una fuerza superior si no que
cambia y se transforma debido a la acción de unos sucesos sobre otros.
Demócrito fue el primero en desarrollar esta idea. Según el, todo está formado
por partículas indivisibles llamadas átomos y que al chocar casualmente entre
ellas tienen como resultado todo lo que conocemos en la actualidad. Su idea expone que el orden natural del
universo es causa del desorden.
Un
ejemplo práctico seria nuestro propio cuerpo, cada órgano o sistema tiene sus
propias funciones y manera de actuar. Cada
uno de ellos por separado no serian capaces de llevar a cabo la supervivencia
del organismo pero una vez que se relacionan y vinculan unos con otros, el ente
es capaz de realizar sus funciones vitales. Un pulmón no serviría de nada si no tenemos un
corazón, u otro órgano. Aparentemente nuestro cuerpo es un cúmulo de desorden
difícil de analizar y entender pero a partir de diversas fases se intenta
controlar toda la información recibida. Logrando un conjunto completo y
autosuficiente gracias a la acción de unos organismos sobre otros.
Por
otra parte, el mecanismo se divide en diferentes subtemas. Por ejemplo, hay un
tipo de mecanismo, el determinismo explica que si llega a conocer completamente
un fenómeno y las causas que intervienen en el podremos saber acerca de estados pasados del
suceso o predecirlos. Esta tesis lleva a
múltiples confusiones, aunque puede ser aplicable en ciertos aspectos en otros
no termina de encajar. Pongamos un ejemplo práctico .Sofía es una alumna responsable
e inteligente que se preocupa por mejorar su rendimiento académico, ella sabe
que dentro de varios días será la prueba final de filosofía y por eso estudia
todas las tardes. Con la información recibida podemos asumir que estará
preparada para su examen y que lo aprobará gracias a su perseverancia y
esfuerzo. Sin embargo, ¿qué sucedería si la maestra plantea el examen de forma
enrevesada para probar la capacidad de sus alumnos?
Con
este ejemplo lo que quiero explicar es que no podemos determinar completamente
y con la total certeza que algo suceda por eso no me centro en este subtema ya
que aunque pertenece no abarca el propio mecanicismo, personalmente creo que
dicho determinismo se asocia también con el teleologismo ya que al seguir un
patrón es fácil prever lo que sucederá si se tienen los medios correctos.
Incluso Demócrito dice que surgimos por choques fortuitos, provocados al azar
siendo así un proceso mecánico que no se puede predecir. Y en relación con el
ejemplo anterior en el cual explicamos el funcionamiento del cuerpo, podemos
conocer nuestro estado pero como los elementos actúan unos sobre otros cabe la
posibilidad de que dejen de funcionar correctamente o que el sistema de
actuación cambie. Para mí en el mecanismo, si la realidad es planteada como una
máquina cabe la posibilidad de surjan improvistos por lo tanto no podemos
determinar a ciencia cierta lo que vaya a suceder. Por más que conozcas como
funcione el juego de lotería, nunca podrás predecir cuál será el número
ganador.
Las
dos ideas anteriores, tanto el
teleologismo como mecanicismo, tienen un planteamiento complejo y con
múltiples argumentos lo que hace difícil decantarse por uno u otro. Cierto es
que aquellos que sigan una religión y profesen su fe hacia un Dios se sentirán
más atraídos por la teleología. Sin embargo , esta última ofrece argumentos que
se pueden contradecir como por ejemplo, si existe un Dios que es responsable de
los hechos que suceden y que tiene un próspero objetivo para la humanidad por que
cada día vamos retrocediendo en ciertos valores morales al no contribuir en
mejorar en aspectos como la pobreza , la guerra , el maltrato…Es por esto que
no me identifico con el teleologismo porque si según hay un ser sobrenatural
superior a cualquier cosa que podamos imaginar no puede ser posible que su
objetivo final se esté distorsionando o que seamos creados para que seamos
exterminados por nuestra propia existencia.
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